La historia y devocion de la Virgen de los Reyes nace en el siglo XIII y llega hasta nuestros días, ocho siglos le avalan.
La Virgen de los Reyes es una advocación de la Virgen María venerada en Sevilla (España), de la que es patrona general, así como de su archidiócesis. Su fiesta es celebrada por la iglesia católica el día 15 de agosto, día de la Asunción de la Virgen María, con una multitudinaria procesión por las calles de la ciudad.
Se trata de una imagen realizada por autor anónimo en la primera mitad del siglo XIII, con madera de alerce, de estilo gótico y posible escuela francesa. Es una escultura de las denominadas de candelero, por lo que solo tiene talladas la cabeza, las manos y los pies; está completamente articulada aunque siempre permanece expuesta sentada, es de tamaño natural y tiene una altura total de 176 centímetros. Está enriquecida con cabellos de hilo de oro trenzado que la actual vestimenta no permite contemplar. En sus rodillas sostiene una imagen del Niño Jesús, realizada también en el siglo XIII, de 60 centímetros de altura. La Virgen porta bastón de mando, la medalla de la ciudad y el fajín de capitán general.
Tras la conquista de la ciudad, Sevilla se hacía cristiana y es un lugar nuevo para habitar y un lugar nuevo para rezar, llega el culto cristiano a la Virgen en la Sevilla de mediados del siglo XIII. Esto conlleva la creación de nuevas imágenes devocionales y de un nuevo estilo, el Gótico.
Son varias las imágenes escultóricas de la Virgen datables a mediados del siglo XIII, que su devoción ha permitido que lleguen a nuestros días muchas de ellas, a estas imágenes se le denominaron como “fernandinas” no habiendo una documentación concluyente sobre la cronología de algunas de ellas.
Hay varias leyendas sobre la llegada de la Virgen de los Reyes a nuestra ciudad, una de ellas cuenta que cuando el rey San Fernando era pequeño, padecía una grave enfermedad a la que se le daba poca solución. Su madre, de nombre Berenguela, llevó a su hijo al Monasterio de Oña en Burgos. Allí, le realizó una novena a la Santísima Virgen, lo que hizo tener una milagrosa recuperación al Santo.
Desde entonces nació una leyenda, el rey pidió en Sevilla elaborar una talla de la Virgen. La encargó a varios escultores pero todas ellas fueron rechazadas. Algunas siguen estando en la ciudad, recibiendo culto en templos. Dos ángeles del cielo fueron sus creadores.
También se piensa que es un regalo de Luis IX de Francia a San Fernando y otros autores indican que los que acompañan al rey se encontraron reproducciones fernandinas como la de las Aguas del Salvador, los Sastres o la de San Clemente.
La imagen fue coronada canónicamente el 4 de diciembre de 1904, siendo la primera imagen mariana en tener esta distinción en Andalucía. En el año 1939 se le concedieron honores de capitán general. El 15 de agosto de 1946 se le otorgó el patronato general de la ciudad.
La podemos ver en el retablo del altar mayor de la capilla, sentada en un retablo de plata, obra de Luis Ortiz de Vargas entre 1643 y 1649, caracterizado por un dosel con los escudos de Castilla y de León, frente al retablo se ubica la urna de plata que contiene los restos mortales de San Fernando.
Aunque el día grande es el día 15, festividad de la Asunción de la Virgen María, los actos religiosos se prolongan desde el 4 hasta el 22 de agosto, inaugurando los festejos un besamanos, celebrado los días 4, 5, 20 y 21.
El día de la Asunción de la Virgen, el 15 de agosto y tras la procesión de tercias por el entorno de la Catedral, Santiago Gómez Sierra predicará la misa estacional. No habrá traslado posterior a la Catedral, ya que la Virgen celebrará los primeros días de la Octava en el altar del Jubileo. Desde las cinco de la mañana estará abierta la Santa Iglesia Catedral para recibir a los peregrinos. Habrá tres misas previas a la salida, a las cinco y media, seis y seis y media de la mañana.
Del 16 al 22 de agosto prosiguen los cultos a Nuestra Señora de los Reyes con la Octava a celebrar desde las ocho de la mañana. También, los días 20 y 21 la Virgen estará de nuevo en besamanos, de seis de la tarde a diez de la noche en la primera jornada y de nueve de la mañana dos de la tarde en el segundo día.
Como culmen, y con la Virgen ya en su camarín, concluyen sus cultos con la apertura de la urna del rey San Fernando.