APARECEN LOS RESTOS DE LA DECORACIÓN ALMOHADE DE LA GIRALDA TRAS LA RESTAURACIÓN
Tras las últimas intervenciones de la cara Oeste de la Giralda, han salido a la luz los restos de las pigmentación rojiza de la torre almohade y su decoración al detalle.
La Giralda ha estado durante varios meses parcialmente cubierta por un andamio debido de una intervención necesaria para su mantenimiento y conservación. La cara oeste de la torre se ha sometido a una limpieza concienzuda y además de consolidar de sus paramentos. Esta ocultación ha valido la pena ya que se puede apreciar una Giralda más luminosa e identificar con más claridad sus detalles decorativos.
Igualmente, esta limpieza ha sacado a la luz la pigmentación con que estaba cubierto el ladrillo. Tal y como se sabía por fuentes documentales, y ahora se puede constatar, la Giralda era roja y blanca. De tal forma, que se podía apreciar ya en época almohade una torre roja con decoraciones en blanco correspondiente al blanco con que se pintaba las llagas de los ladrillos. La Giralda era una autentica bombonera.
No sólo se ha intervenido limpiando el ladrillo sino que también se han consolidados paramentos y repuesto algunos fragmentos perdidos de los paños de sebka.
Igualmente se ha actuado sobre los capiteles y fustes de las columnillas, muy deterioradas. También se han tenido que reconstruir dos fustes que se habían perdido.
El paso del tiempo, la manera desacertada de intervenir a la hora de restaurar la torre y los cambios y catástrofes naturales, todos ellos combinados han deteriorado mucho este histórico edificio.
El terremoto de Lisboa de 1755 afectó muy gravemente a la Giralda ( (al igual que a la Catedral y a muchos otros edificios históricos de la ciudad). Entre los desperfectos producidos, la pérdida del arranque de los paños. La posterior reparación no fue muy acertada, como se ha podido comprobar en esta intervención. Las piezas se llenaron de trozos de arandelas metálicas. Y todo ello gracias también a esta andamio fijo que ha estado varios meses unido a la parte superior de la torre y que ha permitido trabajar más fácilmente y con efectividad en detalles menores pero igualmente necesarios para su correcta e integral intervención.
Otro hallazgo importante ha sido la aparición de los dibujos que rematan la parte superior de la sebkas y se asemeja a una lágrima. Todos estos pequeños detalles decorativos estaban cubiertos por una cerámica. También había perforaciones que atraviesan el muro casi completamente y se piensa que pudo ser para fijar cuerdas o algún que otro parapeto colgante.
Las intervenciones no se paran aquí, se seguirá restaurando la Giralda tras la celebración de la Semana Santa. Se proseguirá con los trabajos en la cara sur de la torre. Y finalmente los planes del Cabildo son continuar con la fachada de la cara este y finalizar con la cara norte en el 2020.
El Giraldillo será el siguiente en la lista. Según el conservador de la Catedral, se hace un seguimiento período tanto al edificio como a sus remates incluyendo la veleta y asegura que “todo va bien”. No obstante, se comprobará el interior de la escultura y mirar su eje.
Otras restauraciones que se acaban de finalizar son la de la Puerta de la Concepción y sus estribos.
También llama igualmente la atención el resultado de la intervención efectuada por el mismo equipo de restauradores de la Puerta San Cristóbal el pasado año. La razón, explican es “que es de estilo neogótico, por lo tanto realizada en el siglo XIX” y fabricada con una piedra de monóvar. Esta es una piedra de un tipo de piedra natural que se extrae del área de Alicante conocida como material de construcción desde el siglo XIII.
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